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¿QUÉ ES UNA ASISTENCIA TÉCNICA??


Dirección de Formación Continua

Aportes para la gestión y el diseño de Asistencia Técnica Pedagógica
Orientaciones Generales
(Versión borrador)

Noviembre de 2012


I. Introducción. Qué es una Asistencia Técnica Pedagógica (ATP) y cuál es su propósito.

El presente documento, intenta recuperar la experiencia de gestión y desarrollo de las asistencias técnicas pedagógicas (ATP), llevadas a cabo por los equipos de capacitadores de los CIIEs, con el objeto de avanzar en la construcción de una mirada común acerca de este dispositivo. 

Entendemos a la ATP como un dispositivo de Formación Docente que consiste en  una  práctica especializada en situación, y que es llevada a cabo por uno o varios capacitadores del Equipo Técnico Regional (ETR). El sentido general de la ATP es constituirse en una oportunidad para que los docentes, en equipos institucionales, reflexionen sobre sus prácticas de enseñanza, discutan y revisen conocimientos, y creencias pedagógicas; es decir, para construir un saber pedagógico, que parta de los problemas detectados de sus prácticas y de sus condiciones institucionales y que se oriente al diseño, puesta en acto y evaluación de encuadres de intervención posibles para dar respuesta a la problemática detectada.

La asistencia técnica pedagógica se caracteriza por que se origina a partir del reconocimiento, de la toma de conciencia de la existencia de una necesidad o problema (entendido como campo de intervención posible y no como dificultad) y que deviene en demanda. Dado que la interpelación refiere a las prácticas docentes, resulta imperioso contextualizarlo en la institución escolar, aunque también puede nacer asociada a temas y cuestiones que se desarrollan en el aula de capacitación, recortando en cada caso lo posible de ser abordado justamente en un trabajo que entrame los desarrollos propios de la capacitación con las realidades institucionales  de la escuela.

Sin embargo se observa que estos rasgos no se encuentran difundidos con igual fuerza en todas las instituciones,  por lo que este documento también se referirá a cómo promover la formulación de solicitudes de ATP al CIIE.

El objetivo central de este dispositivo es “poner en tensión” aspectos que han sido naturalizados en el terreno institucional y partiendo de esa “problematización”  avanzar en el desarrollo de un encuadre de  trabajo superador,  diseñado y acordado entre los diversos actores que forman parte del ámbito de intervención. De esta manera todos orientarán su trabajo hacia la mejora de la situación inicial, que, como mencionamos antes, originó la demanda.

Por tanto, el propósito de una Asistencia Técnica Pedagógica es el acompañamiento y asesoramiento  por parte de los capacitadores del Equipo Técnico Regional  a  docentes  y/o equipos directivos que perciban un problema o problemática en su práctica. La problemática puede ser de diversa índole: están aquellas que se circunscriben a lo organizacional, aquellas más vinculadas a la gestión así como aquellas otras asociadas a los aspectos curriculares, al desarrollo profesional, a la aplicación de modelos didácticos superadores de los modelos normativos y pueden incluir aplicaciones TIC, a las problemáticas de la relación escuela comunidad, etc.

Posicionarse como formador de docentes supone manejar dispositivos particulares dirigidos al despliegue, interrogación, análisis y ajuste de las prácticas profesionales. Se trata de nuevas oportunidades para dar lugar a la palabra y a la toma de conciencia para comenzar a establecer de manera conjunta encuadres de intervención. Por tanto la condición fundamental de la Asistencia Técnica Pedagógica será crear espacios de trabajo con los diferentes actores involucrados en relación con aquellas problemáticas que les son propias, no aislándose ni de su práctica ni de su pensamiento sobre la misma, ni de las problematizaciones que ésta plantea. Reconstruyendo los saberes que pone en juego en su práctica se establecen intercambios y diálogos con otros especialistas: los capacitadores que pertenecen a los equipos técnicos regionales y los autores de aquella bibliografía directamente relacionada con la problematización que originó el pedido de las ATP.

Estas intervenciones contextualizadas requieren entre otras cuestiones, que se ubiquen dentro de un proyecto de enseñanza institucional promoviendo una comunidad de estudio y reflexión durante el tiempo que sea necesario, que se diseñen en relación directa a las necesidades que dicha enseñanza genere atendiendo siempre a las historias didácticas particularidades de la institución, de sus docentes y de sus alumnos

De ninguna manera entendemos que se trata de sustituir un pensamiento por otro sino de una reconstrucción por aproximaciones sucesivas. Por otro lado, lo que origina la ATP es siempre una problemática, nunca deberá ser asociado al concepto de error a corregir o rehacer, sino más bien a una oportunidad y no un déficit. Vista de este modo se abre la posibilidad de la intervención para juntos provocar cierta transformación superadora.

Cuando hablamos de intervenir lo estamos haciendo en el sentido de “venir entre”; intervenir es ubicarse entre dos momentos y esto es lo importante, es estar entre un antes y un después, es estar en medio de dos tiempos, en medio de dos lugares o en medio de dos posiciones.  Intervenir, es tomar juntos partido, arribar entre todos a una posición;  llevar a cabo una co creación de nuevos sentidos. La asistencia técnico pedagógica entendida como intervención implica por tanto  una construcción con la institución.

La Asistencia debe estar sostenida por un proyecto de intervención que implica un acompañamiento en el tiempo, no es un encuentro aislado. Este proyecto debe enmarcarse políticamente, didácticamente y curricularmente en la jurisdicción.  El mejor escenario para que se lleve a cabo la ATP es la escuela  puesto que esto permite contextualizar mucho mejor las problemáticas institucionales y las propuestas de formación continua. No se trata ni de una prescripción ni de una propuesta de cambio prediseñada y general, será al decir de Sandra Nicastro, el “traje hecho  a medida”.


II. La gestión de la Asistencia Técnica Pedagógica.  Las mesas de gestión como estrategia de planificación.


 Entendiendo que toda formación debe encararse como proyecto compartido en un marco institucional partimos de la necesidad de revisar, discutir y acordar la misma  de manera conjunta en cada uno de los distritos y/o las instituciones contemplando el contexto y la historia institucional y distrital.

La  planificación de esos espacios de formación debería ser el resultado del análisis y la priorización de demandas locales y del reconocimiento de la necesidad de formación en las instituciones. Este análisis requiere de un trabajo específico por parte de los  diferentes actores involucrados (Directores de CIIE, Inspectores, ETR, Directores de escuelas y docentes), que   participan en diferentes momentos del proceso y con diferentes grados de responsabilidad. En este sentido, la mesa de gestión, aparece como una estrategia que se propone institucionalizar este espacio de planificación conjunta y producción colectiva.

Las mesas de gestión posibilitarán tanto en los distritos como en las instituciones, recortar y priorizar problemas, definir estrategias de intervención, producir encuadres. En los distritos permitirán anticipar la organización local de la oferta y optimizar el aprovechamiento de los recursos,  así como también ofrecer el marco general a las  tareas del capacitador.  


Ahora bien, si entendemos las ATP como una acción colectiva,  no es posible su implementación sin un espacio de intercambio que permita pensar contextualizadamente la intervención.  En este sentido se abre otra mesa de gestión vinculada a la  definición del proyecto de trabajo del capacitador en la escuela que tendrá por objetivo terminar de definir la problemática, planificar las intervenciones, determinar las responsabilidades y evaluar las acciones.  

El resultado de esta última mesa  de trabajo para la Planificación de las ATP  en tanto   “producción colectiva”, será  la elaboración de un  soporte escrito, comunicable, discutible, que permita  documentar los acuerdos establecidos, los responsables,  la historia pedagógica de las instituciones (CIIEs y escuelas)  y los aprendizajes: su memoria didáctica  y su identidad.

Las mesas de gestión hablan en una lengua comúny al establecer acuerdos estarán registrando encuadres que sostienen la continuidad en las acciones y funcionan como respaldo de las decisiones concretas y particulares que asumieron como equipo de trabajo (inspectores, directores de CIIE, capacitadores y equipos docentes de las instituciones).

La documentación de los acuerdos, así como el registro del proceso podrían constituirse en un instrumento útil para el seguimiento de la acción y  la toma de decisión/ decisiones posteriores a la implementación de la ATP.

A continuación presentamos un cuadro que intenta sintetizar los rasgos propios, los participantes  y sus funciones en las mesas de gestión, teniendo en cuenta que existirán distintos niveles de conformación de las mismas

Mesas de Gestión
Nivel
Rasgos, propósitos y participantes
Funciones de los participantes 


Distrital

Esta Mesa de Gestión:
·  Se organiza por distrito
·  De ella, podrán surgir problemáticas comunes distritales.
·  Necesita al menos tres reuniones anuales: una a principios de año (marzo/abril), otra a mediados (julio) y otra a finales del año (diciembre). En cada mesa se evaluarán las ATP llevadas a cabo, se analizarán las nuevas solicitudes y se planificarán las próximas ATP.
·  Priorizará las acciones. Organizará las tareas. Tomará decisiones vinculadas con qué hacer al cómo, para qué y quiénes lo llevan a cabo.
·  Participarán de la Mesa  de Gestión Distrital: el director del CIIE, los inspectores distritales y los inspectores de área.
·  De esta mesa podrán también participar los directores de escuelas, el equipo técnico regional (de acuerdo a las características del distrito).
·  Los propósitos de esta mesa son: planificar estratégicamente la formación continua de los docentes del distrito; organizar la respuesta a la demanda si la hubiera (mesa de gestión institucional); generar la necesidad de intervención pedagógica; producir (si fuera posible) una agenda distrital de ATP.

·  Los inspectores distritales y los inspectores de área: aportan la visión estratégica de política educativa curricular del distrito y traen insumos de las reuniones que tuvieron con los directores de escuelas a su cargo.
·  El Director de CIIE articula los vínculos con las particularidades de la estructura política de la región; aporta información de las ofertas de formación realizadas o en curso y que podrían originar espacios de continuidad institucional; produce (si es posible) agenda distrital de ATP. Será el responsable de organizar los recursos humanos disponibles en los CIIE junto con sus colegas de la región para concretar los acuerdos y realizará el seguimiento de la ATP en tanto actividad de la Dirección de Formación Continua.
·  Director de escuela: podrá o no asistir  a esta mesa en función de las características locales. Si asistiera y no tuviera una demanda formulada, llevará datos de su institución, sobre todo aquellos que considere relevantes, le llamen la atención o preocupen[1].
·  Los ETR: podrán o no participar de estas mesas. Si lo hicieran, podrán aportar el conocimiento de las necesidades de formación de los docentes del distrito, las experiencias de ATP realizadas con anterioridad, el conocimiento acerca de las áreas de vacancia de los diseños curriculares, aporte de recortes de temáticas por área.[2]



Institucional

Esta Mesa de Gestión:
·  Se organiza con las instituciones.
·  Se lleva a cabo en dos momentos: antes del inicio de la ATP y al cierre de la misma.
·  Los propósitos de esta mesa son: definir el problema, configurar el recorte, establecer las responsabilidades para la ejecución de la ATP, determinar los tiempos y los espacios para su desarrollo, así como los involucrados y participantes. Es decir, definir un encuadre de trabajo que explicite los acuerdos institucionales para la implementación de la acción.
·  Deberá confeccionarse una agenda de ATP para elevar a la inspección de área, que incluya instituciones participantes, temática, lugar y fecha de desarrollo de la ATP.
·  Participan de la Mesa  de Gestión Institucional: el ETR,  los equipos institucionales y el director de CIIE.
·   De esta mesa podrán participar los inspectores de área y/o  los inspectores distritales (de acuerdo a las características del distrito).

·  Todos los involucrados elaborarán el encuadre de trabajo.
·  El ETR  concretará el encuadre de trabajo en una propuesta de enseñanza (propuesta didáctica, recursos, materiales, bibliografía, etc.) que se desarrollará durante la ATP.
·  El Director de la escuela debería:
1.   comunicar la agenda a su inspector/a de área.
2.   garantizar el cumplimiento de los acuerdos que queden definidos en el encuadre para el desarrollo de la ATP.
·  El Director de CIIE debería:
garantizar el cumplimiento de los acuerdos que queden definidos en el encuadre y deberá realizar el seguimiento de la ATP en tanto actividad de la Dirección de Formación Continua.
·  Los inspectores distritales y los inspectores de área  favorecerán las condiciones de desarrollo de las ATP planificadas.




De la definición del problema
Abordar institucionalmente un problema nos lleva a plantear algunas temáticas fundamentales  como  la construcción colectiva; el relevamiento de datos, la construcción de información y conocimiento en la gestión institucional; la traducción del problema en proyecto y de éste a su implementación y, finalmente, el seguimiento y la evaluación del proyecto.
Para lograr un conocimiento institucional que permita entender lo que acontece se hace indispensable la construcción intersubjetiva entre los diversos actores que son parte del problema.
Consensuar un diagnóstico compartido acerca del problema que preocupa se constituye en un punto de partida necesario.
Las diversas versiones del problema (coincidentes o no) plantean nuevos interrogantes, exigen búsqueda de respuestas, de fundamentos, de datos en la que se sustentan. A través de la confrontación y el consenso “entran en juego distintas miradas sobre una misma realidad, estamos produciendo conocimiento, miramos y nos miramos en el problema” (DGCyE;2009;15)

Entonces en la mesa de gestión  se intentará dar respuesta (al menos en forma de hipótesis) a la siguiente serie de interrogantes:
·        ¿Es una  problemática específica de una institución o es una problemática compartida por otras instituciones de la misma comunidad?
·        ¿Cómo se relaciona el pedido con el proyecto institucional?
·        ¿Resulta significativo para los estudiantes?
·        ¿Se observan registros de acciones previas en la misma dirección? ¿Existen proyectos que hayan intentado intervenir dichas problemáticas?
·        ¿Nos encontramos frente a un problema educativo?
·        ¿Un problema educativo y social?
·        ¿Existen evidencias o relatos de esas experiencias? ¿Cuáles?
·        ¿Cómo circula la información en dicha institución?
·        ¿Cómo se establecen las relaciones y la circulación del poder?
·        ¿En quién o en quiénes se originó este pedido de intervención? ¿Una minoría, una mayoría o todos los actores institucionales coinciden en visibilizar dicha situación como problemática?


Del plan de acción

Definido el problema se debe planificar el proyecto de trabajo que dé respuesta al qué, cómo y para qué. De esta manera se acuerdan acciones y los miembros de la mesa interactúan para arribar a un Proyecto sostenido de ATP, teniendo en cuenta los siguientes puntos:

       ¿Qué se desea hacer y para qué?  Propósitos y objetivos.
       ¿Por qué se quiere hacer? Fundamento.
       ¿Que se va a hacer? Contenidos
       ¿Cómo se va a hacer? Trazado de un plan que permita aproximarse a las metas  Tipos y modalidades de intervención: líneas de acción
       ¿Dónde se quiere hacer? Lugar.
       ¿A quiénes va dirigido? Destinatarios
       ¿Con qué se va a hacer? Recursos.
       ¿Cómo  y qué evaluamos? Plan de evaluación.
       ¿Cuándo se va a hacer? Cronograma
       ¿Quiénes lo van a hacer? Responsables de llevar adelante la ATP.

A continuación presentaremos algunas observaciones respecto de los tres últimos puntos de la planificación de la ATP.

En lo que respecta al cómo se va a hacer presentamos a modo de ejemplo algunos, y sin agotar todos tipos de intervención posibles: exposiciones, análisis de secuencias de enseñanza, observación de clases, análisis de planificaciones docentes, análisis de producciones de alumnos, intercambios orales, reflexión a partir de videos, práctica, análisis de la práctica, diarios de clase, criterios e instrumentos de evaluación u otros que surjan en la mesa de gestión.
En relación con el cronograma o presupuesto de tiempo es necesario subrayar que una ATP de muy corta duración corre el riesgo de perturbar las prácticas de un docente sin permitirle construir un nuevo equilibrio y esto muchas veces deriva en la vuelta a las prácticas anteriores,  que se encuentran ahora reforzadas por el fracaso del intento de cambio. Se estima necesario dejar en claro que se considera que todo el proceso no debería ser menor a tres encuentros, con previsión de propuestas específicas a desarrollar y registrar entre encuentros.   Es necesario acordar con la institución no solo la cantidad de encuentros sino el  cronograma de fechas y horarios de manera de facilitar la organización de la institución educativa.  
Respecto de los responsables es importante que generen espacios de reflexión que permitan a la institución “tomar conciencia de y discutir las formas automáticas de pensar” y que dediquen momentos de las ATP a la recuperación de las buenas prácticas. No se trata de asumir un rol de evaluador o calificador de la escuela, sino de tener una mirada comprensiva de las prácticas que se realizan, valorar las trayectorias educativas y la historia institucional; establecer una mirada etnográfica que busque las explicaciones sobre el modo en que se construyen esas prácticas de manera de no juzgarlas desde los propios marcos referenciales. 









III. DEL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LO PROYECTADO 

La mesa de gestión, a partir de la planificación acordada, debe establecer los mecanismos de evaluación que permitan saber si hubo construcción de posibilidades de cambio frente  a los problemas que originaron la ATP. Los resultados deben ser registrados para re-definir la implementación de nuevas intervenciones.

Además se deberá contar con informes de proceso. Estos informes permitirán monitorear las actividades planificadas con el objetivo de obtener nuevos datos y construir Información para tomar nuevas decisiones o mantener el rumbo elegido.


Anexo I

Información que podrá resultar útil para definir la solicitud de ATP
De la siguiente solicitud comente solo aquellos campos (además de los dos primeros, que debe completar obligatoriamente) que Usted considera que son relevantes en relación con su pedido de ATP.


        Datos de la institución: Región, distrito, nivel educativo, número y/o nombre de la escuela, dirección.
        Formulación del pedido: Problemática por la que solicita ATP.
        Proyecto Institucional.
        Acuerdos de convivencia.
        Espacios.
        Tiempos.
        Cursos de capacitación realizados por los docentes y directivos.
        Observaciones de clase, cantidad y estilo de registro.
        Tiempos de construcción colectiva.
        Modelo pedagógico.
        Los modelos de las didácticas específicas presentados en secuencias didácticas y su relación con la implementación de Diseño Curricular  vigente.
        Antigüedad Docente, Cursos realizados por  docentes y directivos.
        Estilos de supervisión y asesoramientos previos recibidos.
        Perfil estudiantil: Edad y año escolar, país de origen y lengua materna de la familia y/o del alumno, trayectorias escolares, contexto social.
        Cuadernos de los estudiantes, los libros de tema,  las comunicaciones a las familias, otros documentos de comunicación institucional.
        Trayectorias discontinuas: Asistencia: Indicadores de ausentismo.
        Sobreedad: Indicadores de repitencia, etc.
        Articulaciones con otras instituciones
        Acciones de sociabilización de la institución.
        Reuniones de padres.
        Logros Institucionales.
        Rendimientos académicos que pueden no responder a lo esperado
        Conflictos que se presentan.
        Otros problemas a resolver.

Anexo II

Este anexo se encuentra en elaboración a partir de las definiciones de las Direcciones de Nivel.




























[1] Anexo 1 Propuesta de información que puede resultar útil para la definición de las ATP
[2] Anexo 2 Propuesta de temáticas por nivel y área que podrían ser objeto de trabajo en ATP